viernes, 30 de octubre de 2009

Un Momento con Dios -Oct. 30, 2009

Proverbios 30:12-13Hay quienes se creen muy puros, pero no se han purificado de su impureza. Hay quienes se creen muy importantes, y a todos miran con desdénNVI

En los tiempos de Jesús había un grupo de personas que se especializaba en ponerle trampa a Jesús con tal de obtener algo con que acusarle. Pero Jesús era, o mas bien es y sigue siendo, especialista en conocer las intenciones que albergan en lo más recóndito del corazón humano.

En una ocasión estas personas intentaron “atrapar” a Jesús en una encrucijada, valiéndose de lo escrito en la ley de Moisés para lograr su maquinado propósito. Veamos los detalles:

JUAN 8:1-11:
8:1 y Jesús se fue al monte de los Olivos.
8:2 Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
8:3 Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
8:4 le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
8:5 Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
8:6 Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
8:7 Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
8:8 E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
8:9 Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
8:10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
8:11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más. RV60

¿Estaba Jesús apoyando el pecado de esta mujer? En ninguna manera. Lo que si es patético es que los maestros de la ley y los fariseos no se habían limpiado la impureza de sus corazones como exponen estos versículos de hoy. Habían en sus maquinaciones obviado una parte de dicha ley, que demandaba también la muerte del hombre y no tan solo de la mujer (Levítico 20:10).

No es que Jesús esté aquí apoyando el adulterio u otra forma de pecado. Lo que si está haciendo es llevándolos a que evalúen cuál es realmente la motivación interna de sus corazones para aplicar la ley de Dios en sus vidas y en la vida de las personas. Jesús está reprobando su manera de exhibir una justicia externa torcida por sus malas maquinaciones. Vemos entonces que aunque Jesús apoyaba la ley de Moisés, también ofrecía una solución basada en su misericordia.

JEREMIAS 17:9-10:”Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” RV60.

Dios es el único que puede penetrar lo más íntimo del pensamiento humano y juzgar a la persona, tanto por sus pensamientos como por sus hechos.

Que tengan buen día,
Sabino.

domingo, 11 de octubre de 2009

Un Momento con Dios Oct. 11, 2009

El que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el follaje” Proverbios 11:28 NVI.

Una vez en una pared de un establecimiento comercial leí el siguiente mensaje: “Hay personas que son tan pobre que lo único que tienen es dinero”. Lógicamente no es malo tener riquezas, pero sí confiar en ellas (cp. 1 Timoteo 6:9-10).

En nuestro versículo de hoy, la palabra hebrea traducida aquí como confiar tiene un significado más extenso. Se refiere a cuando alguien se apresura con la intención de refugiarse o poner su confianza en algo como su fuente de seguridad que en este caso son las riquezas. Mientras meditaba en este versículo me vino a la mente la historia de alguien quien en los tiempos de Jesús mostró esta actitud. Veamos:

Marcos 10:17-24 “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos! Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos !cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!” RV60.

El verdadero creyente es una rama del “follaje” de la vid verdadera que no se marchitara poniendo su confianza en cosas, que aunque son importantes para esta vida, pronto desaparecerán. Lo que aquí el Señor reprobó no es el hecho de tener riquezas, sino el de poner las riquezas, o cualquier otra cosa, en el lugar que solo debe ser ocupado por Dios: el primero en nuestra vida.

Que tengan buen día,

Sabino.