domingo, 11 de octubre de 2009

Un Momento con Dios Oct. 11, 2009

El que confía en sus riquezas se marchita, pero el justo se renueva como el follaje” Proverbios 11:28 NVI.

Una vez en una pared de un establecimiento comercial leí el siguiente mensaje: “Hay personas que son tan pobre que lo único que tienen es dinero”. Lógicamente no es malo tener riquezas, pero sí confiar en ellas (cp. 1 Timoteo 6:9-10).

En nuestro versículo de hoy, la palabra hebrea traducida aquí como confiar tiene un significado más extenso. Se refiere a cuando alguien se apresura con la intención de refugiarse o poner su confianza en algo como su fuente de seguridad que en este caso son las riquezas. Mientras meditaba en este versículo me vino a la mente la historia de alguien quien en los tiempos de Jesús mostró esta actitud. Veamos:

Marcos 10:17-24 “Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. 19 Los mandamientos sabes: No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre. 20 El entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. 21 Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. 22 Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. 23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos! Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! 24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos !cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!” RV60.

El verdadero creyente es una rama del “follaje” de la vid verdadera que no se marchitara poniendo su confianza en cosas, que aunque son importantes para esta vida, pronto desaparecerán. Lo que aquí el Señor reprobó no es el hecho de tener riquezas, sino el de poner las riquezas, o cualquier otra cosa, en el lugar que solo debe ser ocupado por Dios: el primero en nuestra vida.

Que tengan buen día,

Sabino.

1 comentario:

  1. Sigo tu especie de "devocional diario", están muy edificantes y bíblicos.

    Me gusta lo que dices de "la vid".

    Por mucho tiempo pensaba que Juan 15 -el libro que estoy estudiando de los evangelios- se refería a "frutos de personas", y fíjate que es algo mas allá. Me gusta la explicación de "La Biblia de Estudio de las Américas", te comparto lo que dice y con lo cual hice un post.

    15:1
    [Yo Soy]
    Ver en Jn 4:26 y 8:28
    En el pasaje 4:26 de Juan Este “yo soy” es en otras ocasiones una proclamación implícita de su deidad -8:28-. En este caso Jesús expresa con claridad ser el Mesías por primera vez antes de su juicio -Mr 14:62; Mt 16:20; Mr 9:41-. Afirmar en Samaria que Él era el Mesías, no era tan políticamente peligroso como lo hubiera sido en Judea.

    [Vid Verdadera] Tanto en el AT como en los tiempos de Jesús, la vid era símbolo de Israel. Sin embargo, en el AT se enfatiza la infidelidad de Israel, mientras que aquí se enfatiza la fidelidad de Jesús y su misión.

    15:2
    [Fruto] Este termino se refiere al carácter y al servicio cristiano; las buenas obras del creyente.
    [lo quita] Ningún pámpano -sarmiento- que no da fruto puede quedarse como parte de la Vid -verso 8-. Judas Iscariote -cap 13- es un ejemplo de esto. También es importante notar que “fruto”, en el sentido de buenas obras, es el resultado normal de la fe y de la entrega a Cristo. El “fruto” no es un requisito para la salvación, sino un resultado de que se es salvo; solo se es salvo por la fe -Efesios 2:8-9-.

    [Lo poda para que de mas fruto]. “Podar” es el proceso de cortar las ramas que no tienen fruto porque le quitan nutrición a las ramas que producen fruto. Esto se puede comparar con las practicas del creyente que no tienen valor espiritual o que tienden a impedir el crecimiento espiritual. El proceso del crecimiento espiritual es algo que se espera de cada seguidor de cristo.

    15:
    [Limpios por La Palabra]
    La pureza espiritual no es un asunto de mejoramiento o esfuerzo propio, sino el resultado de la obra de Jesús por medio de su Palabra.

    15:4
    [Permaneced en mi]
    Permanecer significa quedarse; el que permanece en Cristo es el que cree en Cristo y permanece con El. El requisito esencial para una vida fructífera es una comunión constante y vital con Cristo, quien es la única fuente de fuerza espiritual que nos ayuda a cumplir con las demandas de nuestro discipulado con El.

    15:5
    [Nada]
    Es decir, nada de valor espiritual permanente. El dar fruto es el resultado directo del poder y de la presencia de Cristo en la vida del creyente.

    15:6
    [los echan al fuego]
    Las ramas sin fruto se refiere a los que no creen ni permanecen con Cristo -JN 8:31; ver contraste en JN 6:66-; los creyentes verdaderos darán fruto. A los incredulos les aguarda un destino en “llamas” -Mt 3:12; 5:22; 18:8-9; 25:41, 46; Lc 16:23; Ap 20:15-.

    15:7
    [Pedid lo que queráis]
    Ver Jn 14:13 -En mi nombre- Hay condiciones para que la oración sea contestada -Salmo 66:18; Pr 28:9; Mr 11:24, 25; Stg 4:3; I Jn 3: 22; 5:14-
    Esta frase establece importantes limites a la expresión “todo lo que pidáis” -cp. 15:7,16-. La frase no es una formula mágica por la cual todo lo inimaginable puede ser obtenido, sino que se refiere a la autoridad y voluntad de Jesús, a la cual los discípulos deben someterse -cp. Mt 28:18-. Tal obediencia resulta en respuesta positiva a las oraciones que den gloria al Padre -cp. 16:24-

    15:8
    [Probéis que sois mis discípulos]. Los que escuchaban a Jesús ya eran sus discípulos. Sin embargo, la capacidad de dar fruto esta basada en una constante comunión con Cristo. Dar fruto es la evidencia externa de que se es discípulo.

    15:10
    [Si guardáis...permaneceréis]
    Jesús lo expresa con claridad meridiana: permanecer en Cristo es guardar sus mandamientos. Permanecer en El es honrar a Dios por medio de una vida de obediencia . Cristo mismo se pone como ejemplo: “Como yo he guardado…de mi padre. La obediencia es una marca del amor de los discípulos -14:15, 21, 23; I Jn 5:2-.

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