martes, 15 de septiembre de 2009

Un Momento con Dios -15/9/2009

¿Quién puede afirmar: “tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado”? Proverbios 20:9 NVI.

Parece ser que la tendencia natural de los seres humanos es tratar de ver el defecto en la otra persona antes de ver el suyo propio. En los tiempos de Jesús esto llegó a ser una práctica entre los escribas y fariseos:

Juan 8:3-9 BLS:
·3 Entonces los maestros de la Ley y los fariseos llevaron al templo a una mujer. La habían sorprendido teniendo relaciones sexuales con un hombre que no era su esposo. Pusieron a la mujer en medio de toda la gente, 4 y le dijeron a Jesús:
· --Maestro, encontramos a esta mujer cometiendo pecado de adulterio. 5 En nuestra ley, Moisés manda que a esta clase de mujeres las matemos a pedradas. ¿Tú qué opinas?
·6 Ellos le hicieron esa pregunta para ponerle una trampa. Si él respondía mal, podrían acusarlo. Pero Jesús se inclinó y empezó a escribir en el suelo con su dedo. 7 Sin embargo, como no dejaban de hacerle preguntas, Jesús se levantó y les dijo:
· --Si alguno de ustedes nunca ha pecado, tire la primera piedra.
·8 Luego, volvió a inclinarse y siguió escribiendo en el suelo. 9 Al escuchar a Jesús, todos empezaron a irse, comenzando por los más viejos, hasta que Jesús se quedó solo con la mujer.

Estaban tan enfocados en mostrar el error del otro que no se percataron de la intención propia de sus corazones; su interés no era tanto el aplicar la ley y restaurar, sino lograr su propósito obviando la condición de sus corazones. La integridad apela a lo más recóndito del corazón humano en busca de un carácter fragmentado. Por eso es que: “El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se complace en los que viven con rectitud”. Proverbios 11:20 NVI.

Que tengan buen día,

Sabino.

1 comentario:

  1. Muy cierto tus comentarios...asi somos. Por que?
    Nuestra naturaleza pecadora. Gracias por tomar tu tiempo de escribir estos momentos con Dios. Muy edificantes!!! Sigue bendiciendo!

    ResponderEliminar